Evitar la Oxidación
La oxidación es una reacción natural del metal -en este caso el utilizado en la fabricación de protectores para ventana y demás rejas y herrería- y su exposición al agua y la humedad del medio ambiente, por lo que se hace necesario seguir ciertos pasos para evitar que esto suceda.
Algunos de los pasos son importantes antes de entregar a nuestros clientes sus trabajos y otros mas tienen que ver con el mantenimiento y cuidado que nuestros clientes, ahora como usuarios y propietarios, le den a la herrería.
Lo que como fabricantes tenemos que hacer:
- Preferentemente el materia debe ser de 1ª calidad.
- Limpiar perfectamente el material antes de pintar, es importante hacerlo con agua y detergente o "desengrasante", pues si se utiliza solo solvente -tal como tiner- es probable que no se remuevan las impurezas en su totalidad y la pintura se caiga y se de paso a la oxidación.
- Aplicar como base fondo anticorrosivo, preferentemente automotriz, en capas uniformes y de manera meticulosa. (Esto puede ser con brocha o con pistola de aspersión)
- Aplicar un sellador plástico en las uniones internas, en aquellas en donde no se aplicó soldadura.
- Aplicar esmalte alquidálico de buena calidad en capas uniformes y de manera meticulosa. (Esto puede ser con brocha o con pistola de aspersión)
- Guardar siempre las proporciones adecuadas "Solvente - Fondo Anticorrosivo" y "Solvente - Esmalte Alquidálico" y utilizar los materiales recomendados por el fabricante.
- El tiempo de secado recomendado por el fabricante de pintura es importante.
Lo que el cliente tiene que hacer o evitar hacer:
- Limpiar sus protectores con trapo ligeramente húmedo -de preferencia franela- de manera reglar (Recomiendo hacerlo cada dos meses en los protectores de la planta baja y cada seis meses en los de la planta alta). También puede utilizar un poco de aceite para muebles en lugar de agua en su franela, pero solo un poco (Preferentemente del que es repelente al polvo)
- No utilizar el chorro de la manguera para efectuar la limpieza.
- Escoja muy bien el color de sus protectores, pues, aunque es relativamente fácil retocarlos con el tiempo en raspaduras y rayaduras, no lo es tanto el cambiarles de color.
- Cuídelos, evite que los niños jueguen en ellos.
- Si estos han sido vandalizados o vulnerados, es mejor reemplazarlos por uno nuevo.
Saludos
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